Para estas fotografías que a continuación os mostraré es estrictamente necesario un trípode, un cable disparador y algo de paciencia, explico:
Un trípode ya que vamos a tener la cámara tomando una fotografía a una velocidad muy, muy baja.
El disparador nos servirá para no mover la cámara a la hora de disparar la foto, puede valer uno genérico aunque si no tenemos disparador podemos configurar el disparo con una latencia de dos segundos (esto se configura en los modos de disparo, ráfaga, una a una... control remoto, ect).
La consecuencia de no usar un disparador es la siguiente, una foto con buenos colores, enfocada, con un buen movimiento y exposición pero si nos fijamos más y más veremos que está ligeramente movida, una foto para la papelera...
Paciencia: es básico. No nos saldrá algo curioso hasta que hagamos muchas, muchas pruebas. Quizás durante las primeras sesiones solo sean chapuzas, pero poco a poco le iremos cogiendo el truco. Es una técnica complicada ya que se práctica poco, y además el resultado suele ser muy inesperado.
Os dejo con algunas fotografías de la sesión
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